¿Cuán conveniente es para la economía un dólar débil?
El costo de combatir una crisis de salud mundial en medio de una parálisis económica ha sido alto. El dólar ha experimentado una depreciación continuada en los últimos doce meses producto de una mayor inyección de liquidez a los sectores económicos de Estados Unidos.
¿Cómo impacta esta situación a las economías latinoamericanas dependientes de la estadounidense? De acuerdo con la revaluación que durante los últimos cinco meses han presentado las tasas de cambio de América Latina frente al dólar, existe una coyuntura que les permitiría a sus monedas recuperar valor, aumentar su competitividad en los mercados internacionales y reducir los intereses de sus deudas, calculadas en la moneda estadounidense.
¿Por qué ahora?
El retroceso en la cotización del dólar es una tendencia que se ha ido manifestando desde el 27 de marzo del 2020, cuando el congreso de Estados Unidos aprobó su primer plan de estímulos fiscales como respuesta a la crisis de la pandemia, derivado en US$2.2 billones, el monto más alto en su historia.
La amplia oferta de dólares provocó una reacción inmediata en los mercados cambiarios internacionales con la apreciación de otras divisas por encima del billete verde. México, Colombia, Chile y Brasil fueron las economías de la región más beneficiadas por esta revaluación durante los meses de abril y mayo de 2020, al situar a sus divisas en tasas no alcanzadas durante meses.
Pero no fue hasta noviembre cuando Latinoamérica sintió más la caída del dólar. Con Joe Biden como ganador de las elecciones estadounidenses y los anuncios de que las vacunas de Pfizer y Moderna serían aprobadas de emergencia en diciembre, los inversores internacionales recuperaban la confianza de llevar sus capitales a mercados de mayor riesgo, abandonando a la divisa fuerte que les mantuvo anclados durante los momentos de mayor volatilidad, de acuerdo al análisis realizado por MoneyWeek.
Divisas más revaluadas
En un contexto de fuga de capitales y reducción de intereses por parte de los bancos centrales para amortiguar la crisis, la caída del dólar mejoró las previsiones de las tasas de cambio.
Con cinco semanas consecutivas al alza, el peso mexicano ha registrado la mayor apreciación de toda América Latina. Como el principal país exportador de manufactura a Estados Unidos, el escenario se ha tornado optimista en el mercado cambiario, ya que la tasa de interés se está acercando cada vez más a los niveles prepandemia.
En abril del 2020, los mexicanos pasaron a necesitar de 19 unidades por dólar a 24, tras una apreciación del 20.9% del dólar en marzo. En la actualidad, con el retroceso continuado de la moneda fuerte, el peso oscila entre las 20 y 21 unidades.
Como economía exportadora de materias primas, Chile comparte este fenómeno de revaluación de su divisa. La baja del dólar facilita el alza de las materias primas, cuya demanda se ha disparado tras la reactivación económica de China, principal comprador del cobre chileno.
Al incidir este producto directamente sobre la tasa de cambio, el dólar ha retrocedido casi un 10% desde marzo del 2020, cuando el peso chileno se situaba a 854 pesos por cada unidad. En la actualidad, mantiene una cotización promedio de 725 pesos.
Un freno a la depreciación
Para otras economías de la región, la baja del dólar ofreció alivio a los pronósticos pesimistas sobre la depreciación de sus divisas en términos absolutos.
Como el país más golpeado por la crisis sanitaria, Brasil vio elevada su deuda pública y déficit fiscal a niveles récord. Con los inversores extranjeros retirando su capital de este mercado de riesgo, Brasil concluyó el 2020 con una depreciación absoluta del 29% frente al dólar, colocándose entre las monedas que más valor perdió en todo el mundo, pasando de un promedio de 4.40 unidades en enero del 2020 a 5.60 en el mismo mes del 2021.
Sin embargo, lo acontecido en noviembre en Estados Unidos mejoró sus proyecciones de cierre del año, al haber experimentado una valorización del 10% frente al dólar en los últimos 40 días del año, de acuerdo al portal Brasil Economía.
En Colombia, la alta volatilidad que produjo la salida de capitales, aupado por la caída de los precios del petróleo en marzo, colocaron su peso en mínimos históricos de 4,000 por unidad de dólar, manteniendo a la moneda promediando los 3,600 pesos por dólar el resto del año. Para Bancolombia, las previsiones de 2021 se mantienen optimistas ante la relativa estabilidad mantenida en los últimos meses ante el retroceso del billete verde.
El gourde, una revaluación atípica y desastrosa
Una reforma a la política monetaria implementada por el gobierno a finales de septiembre hizo que el gourde, moneda de circulación nacional en Haití, experimentara una súbita apreciación del 81.5% frente al dólar en octubre pasado, superando con creces el alza percibida en agosto y pasando de 118 gourdes por unidad del billete verde a solo 65, un fenómeno que superó cualquier revaluación en América Latina y el Caribe. Pero, a diferencia de otras economías en la región, esto generó un shock económico “desastroso”, según el Miami Herald.
¿Por qué? La crisis sistémica que vive el vecino país lo ha arrastrado hacia la dolarización: el 60% de las transacciones monetarias se realizan en la divisa extranjera. A una mayor apreciación, menos gourdes por la misma cantidad de dólares, un efecto colateral que careció de una regulación de precios apropiada.
Esto disparó la especulación cambiaria, cuando los bancos comenzaron a fijar cotizaciones al margen del Banco Central para obtener mayores ganancias de sus clientes, teniendo un impacto negativo en los sectores financiero, comercial y externo.
Al 16 de marzo, el gourde se sitúa a 78.35 unidades por dólar, 16.6 gourdes menos que los 94.95 promediados el pasado marzo.
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