Piojos resistentes a medicamentos: ¿cómo tratarlos?
En los últimos años los piojos han desarrollado mecanismos de adaptación que los han hecho resistentes a los medicamentos, aumentando su supervivencia y su tasa de infestación.
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Los piojos son pequeños artrópodos parasitarios capaces de habitar a los seres humanos. En la actualidad, existe un aumento en el número de casos, lo que está asociado a la aparición de piojos resistentes a los medicamentos. ¿Te interesa conocer como tratarlos?
La infección por estos pequeños insectos es conocida como pediculosis. Los mismos pueden encontrarse en etapa de liendre, huevo y piojo adulto a nivel del cuero cabelludo, el área del pubis y adheridos a la ropa. Por lo general, se transmiten de persona a persona, a través de objetos personales como peines o gorros.
Esta afección se suele tratar con medicamentos a base de permetrinas o piretrinas. La resistencia de los agentes patógenos a las drogas es una problemática que enfrenta la mayoría de los servicios de salud de todo el mundo.
¿Por qué hay piojos resistentes a medicamentos?
Los fármacos de primera línea utilizados en el tratamiento de la pediculosis son los piretroides. Son sustancias insecticidas capaces de dañar y eliminar a los huevos y los piojos adultos presentes en el vello humano. No obstante, desde hace 20 años se ha evidenciado una disminución en la eficacia de estos medicamentos en Estados Unidos.
En la actualidad, los piojos resistentes a los medicamentos son conocidos como súper piojos por su inmunidad a los agentes terapéuticos convencionales. Esta resistencia es atribuida a mutaciones o adaptaciones genéticas del insecto producto de la exposición continua a los fármacos pediculicidas.
Estos cambios adaptativos le permiten a los piojos resistentes disminuir el efecto de los medicamentos al bloquear o inhibir su mecanismo de acción. Además, se ha encontrado en algunas cepas un aumento de las enzimas del metabolismo, capaces de degradar y eliminar al medicamento del organismo del piojo antes de que ejerza su función.
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Síntomas de la presencia de piojos
La sintomatología de la pediculosis se centra en la presencia de prurito o picazón intensa en las diferentes áreas del cuerpo humano. Esto es debido a que las formas larvales o liendres del insecto se alimentan directo de la sangre, causando una respuesta de hipersensibilidad y produciendo la necesidad de rascado.
Por lo general, las personas suelen manifestar prurito en el cuero cabelludo, en la nuca, por detrás de las orejas, en las axilas, la espalda e incluso en la región genital. De igual forma, cuando hay piojos resistentes a medicamentos se pueden añadir los siguientes signos y síntomas:
- Pequeñas pápulas o protuberancias rojas en la piel.
- Percepción de cosquilleo por movimiento de los piojos.
- Dificultad para dormir.
- Irritabilidad y mal humor.
Se ha evidenciado la presencia de excoriaciones, ulceraciones y aumento de tamaño de los ganglios linfáticos cervicales y submaxilares. Además, algunos pacientes pueden presentar infecciones bacterianas secundarias en la piel, producto del rascado continuo e intenso.
¿Cómo se trasmiten los piojos?
La principal forma de transmisión de los piojos es a través del contacto directo de persona a persona. El contagio de los piojos de la cabeza es más común en los colegios e instituciones, siendo los pequeños de la casa los más afectados.
La presentación corporal de la pediculosis se transmite con mayor facilidad, al vivir en condiciones insalubres en las que la ropa se lava con escasa frecuencia. Por su parte, los piojos púbicos se contagian por contacto sexual.
Los piojos no tienen la capacidad de saltar o volar y se mueven arrastrándose. No obstante, los peines, los cepillos, los gorros, los sombreros y las almohadas pueden actuar como fómites, es decir, vehículos de transmisión, llevándolos del paciente portador hasta el sano.
A pesar de lo que se cree, los piojos que habitan el cuero cabelludo prefieren colonizar cabellos limpios. Esto es porque el sebo acumulado en el pelo poco higiénico dificulta su propagación. Por otro lado, es poco frecuente que los animales domésticos intervengan en el ciclo de contagio.
Tratamientos contra los piojos resistentes a medicamentos
En la terapéutica de la pediculosis se incluyen procedimientos físicos y farmacológicos. Se estima que el tratamiento físico, que implica la remoción directa del insecto, es bastante efectivo y no crea resistencia.
Por su parte, dentro de los medicamentos pueden encontrarse los de venta sin receta y los de prescripción médica obligatoria.
La mayoría de los piojos resistentes a los medicamentos no responden a los fármacos de venta sin receta. No obstante, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomienda el empleo de los siguientes medicamentos bajo estricta supervisión médica:
- Loción de alcohol bencílico al 5 % o Ulesfia ®: es un fármaco aprobado desde 2009 para el tratamiento de los piojos de la cabeza. El mismo elimina a las formas maduras del insecto, pero no a los huevos, por lo que requiere de varias dosis de aplicación. Es útil en personas mayores de 6 meses y menores de 60 años.
- Loción de ivermectina al 0,5 % o Sklice ®: autorizada desde el 2012 en la terapéutica supervisada de la pediculosis. Este medicamento elimina las ninfas o formas inmaduras del insecto y requiere de una sola aplicación. Se emplea en pacientes mayores de 6 meses.
- Loción de malatión al 0,5 % u Ovide ®: es un organofosforado bastante eficaz y útil en la eliminación de los formas maduras del piojo y de la mayoría de sus huevos. Esta sustancia puede causar irritación de la piel y está aprobada en el tratamiento de personas mayores de 6 años.
- Suspensión tópica de spinosad al 0.9 % o Natroba ®: es un medicamento pediculicida aprobado desde 2011. El mismo es útil en la eliminación de formas maduras y huevos del piojo. Se suele indicar una sola dosis en pacientes de 6 años o más.
Consejos y prevención
Los niños son los más vulnerables a este tipo de enfermedades. Por lo que la base para la prevención de la pediculosis es la adecuada educación de los mismos.
En este sentido, se debe hacer énfasis en evitar compartir objetos personales, así como reducir el contacto con las personas sospechosas de padecer la enfermedad.
De esta forma, se pueden seguir las siguientes recomendaciones para disminuir el riesgo de padecer una infestación por piojos:
- Lavar los elementos de la cama y la ropa con agua caliente o en seco.
- Limpiar los cepillos y peines, remojándolos en agua caliente por 5 a 10 minutos luego de utilizarlos.
- Lavar los juguetes en seco o con abundante agua caliente.
- Evitar compartir abrigos, sombreros, gorros, cepillos y peines con otras personas.
Es recomendable realizar una inspección periódica del cuero cabelludo de los niños. En caso de visualizar algún piojo se debe buscar atención profesional lo antes posible.
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No administrar medicamentos sin supervisión médica
El principal factor asociado a la presentación de piojos resistentes a los medicamentos es la administración de fármacos de forma arbitraria y sin prescripción médica. Por tal motivo, antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento se debe acudir a consulta con un médico especialista.
Además, la aplicación de las sustancias que eliminan a los piojos debe seguir un estricto protocolo de dosis y tiempo. Por lo general, estos insecticidas son tóxicos y pueden resultar nocivos para la salud de los pacientes cuando no se emplean como es debido.
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