«La Seguridad de los Bananos: Una Cuestión de Corresponsabilidad»
Ecuador es el mayor exportador de banano y plátano a nivel mundial. Es su tercer producto más exportado, después del petróleo y el camarón, y todo un símbolo del país sudamericano, presente en los supermercados y las mesas del mundo.
«Es un gran embajador, porque viene con esfuerzos de sostenibilidad, procesos muy minuciosos y miles de empleos detrás, que traen bienestar y beneficios en zonas rurales”, destaca en entrevista con DW José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE) y coordinador del Clúster Bananero y Platanero.
Entre enero y septiembre de este año, el país sudamericano exportó 275,6 millones de cajas, lo que representa un aumento del 5,58% con respecto a igual período de 2022. Su principal mercado es la Unión Europea (29,67%), donde Alemania es el mayor comprador. Y es también en la UE donde se registró la mayor alza en este período (17,22%). Junto a las positivas cifras, Hidalgo destaca los avances del sector, así como subraya los esfuerzos ante la amenaza de lainseguridad y el narcotráfico.
DW: ¿Cuál es la situación de la industria bananera en Ecuador?
José Antonio Hidalgo: Hemos tenido bastantes avances en los últimos años, es un sector muy dinámico y diverso. Contamos cerca de 250 mil plazas de empleo de manera directa y cerca de 5400 productores pequeños, medianos y grandes. A nivel de exportación, no hay una concentración, sino que está bastante repartido en alrededor de 300 compañías. En el aspecto social, el 2020 empezamos a trabajar de manera unificada como clúster entre todos los actores involucrados en una agenda de competitividad y desarrollamos puntos estratégicos, regulatorios a nivel interno y también de manejo en los mercados internacionales, con la promoción de acuerdos comerciales y nuestra agenda de sostenibilidad.
¿Qué avances han logrado en sostenibilidad y materia laboral?
Hay mucho compromiso y preocupación del sector en torno a estos temas. El informe encargado en 2020 a la Universidad de California en Davis, institución referente a nivel internacional, destaca logros en erradicación del trabajo infantil, ligados al incremento de la matriculación escolar. También muestra un sólido marco legislativo en la parte laboral, salario digno y exitosos esfuerzos en reducir tasas de pobreza en los alrededores con proyectos sociales. Este año, un informe de un grupo de supermercados alemanes, conformado entre otros por Aldi y Rewe, en un proyecto guiado por GIZ (Cooperación Técnica Alemana), revisó las fincas del banano ecuatoriano que va al mercado alemán y mostró que el 99,36% de los trabajadores cuentan con salario digno. Es un gran logro
¿Qué opina de los esfuerzos de la UE por combatir el trabajo forzado e infantil?
Nosotros los apoyamos. Queremos dar a nuestros mercados de destino las mejores demostraciones, como lo es el índice de escolaridad de 96,3% en 2022, según el informe de UC Davis. Un análisis de la organización FairTrade reconoció que el sector bananero ecuatoriano cumple con salarios dignos y hemos trabajado en un plan de prevención y erradicación en conjunto con la Red de Empresas por un Ecuador libre de Trabajo Infantil.
¿Qué desafíos enfrenta hoy la industria bananera?
Hay varios, es una industria que depende de muchos mercados y externalidades. A nivel nacional el principal desafío en el sector y el país es la seguridad. Estamos pasando por una situación bastante delicada, con índices de inseguridad alarmantes. Esto también es parte de un problema transnacional en torno al narcotráfico.
¿De qué manera la inseguridad está afectando al sector?
Los grupos de delincuencia organizada están generando peligro no solo en torno a la contaminación de la carga, sino que hoy la mayor preocupación es la seguridad integral de las personas. Tenemos casos de extorsión y de secuestro de manera permanente, productores que no pueden ir a las fincas y trabajadores que ya tampoco quieren ir.
¿Cómo combaten esta amenaza?
Venimos actuando de manera proactiva y tratando de impulsar acciones efectivas con las autoridades. Hasta el año pasado, calculamos una inversión de cerca de cien millones de dólares en seguridad, custodia, cámaras de videovigilancia, tecnologías de rastreo, radios y sistemas de inteligencia artificial para detectar los puntos de mayor riesgo. Hacemos trabajo coordinado con la autoridad policial y militar, y si bien hay mucha voluntad de manejar esto, como es algo que ocurre en todo el país, hacen falta más recursos. Esto requiere una gran inversión nacional.
En agosto, Países Bajos decomisó un importante cargamento de cocaína en un contenedor de plátanos procedentes de Ecuador. ¿Qué significa esto para la industria?
Hay que separar el banano y los productos de exportación de los problemas de seguridad del país y el narcotráfico, que es transnacional. Tenemos que ampliar la cooperación y los fondos para entrar en una batalla conjunta contra este gran desafío global y promover políticas de disminución del consumo en los países de destino. Ecuador acaba de firmar un acuerdo aduanero con Países Bajos para mejor intercambio de información, apoyo técnico y operativo.
¿Considera que el narcotráfico ha infiltrado a la industria bananera en Ecuador?
Sin tener la debida investigación y respaldo documental, no es responsable dar un juicio. Lo que le puedo decir es que nosotros somos víctimas del narcotráfico. Hacemos grandes inversiones para poder blindarnos y el sector pidió la instalación de escáner en los puertos, lo que se pondrá en funcionamiento este mes. Estamos teniendo avances, pero esta gran amenaza global y la diversificación de sus actividades generan un entorno muy complejo y ahí es donde hay una corresponsabilidad con los mercados. Si no tuviéramos demanda global de droga, no estaríamos sufriendo las consecuencias. Poder tener un banano seguro es un tema de corresponsabilidad.
Sindicalistas de la industria bananera ecuatoriana han denunciado amenazas de muerte. ¿Cómo están apoyando la protección de los trabajadores y sus representantes?
Ante casos de extorsión, secuestro, robo o amenaza hay procesos internos de manera coordinada con instituciones de investigaciones policiales para generar las debidas denuncias y procesos. Este es un problema país y también transnacional, por la influencia de bandas transnacionales. Nosotros hacemos esfuerzos de seguridad privados y hay que fortalecerlos con proyectos de cooperación. Nos preocupa la situación de nuestros trabajadores y productores, siempre nos vamos a solidarizar en estas situaciones. La seguridad es un tema urgente.
¿Qué desafío suponen las exigencias de certificaciones en el mercado europeo?
Una empresa que va a distintos supermercados en Europa debe cumplir con unos 15 esquemas de certificación, principalmente de compromisos en lo ambiental y laboral. Hoy tenemos un 60% de superposición. Un supermercado nos pide una cosa y el otro lo mismo. Debemos trabajar para optimizar procesos, armonizar y evitar esta sobre-certificación y los costos que implica. Le propusimos avanzar al Foro Mundial Bananero, el espacio que coordina este tema dentro de la FAO. En 2020 la UE publicó un reglamento que indica que no podía tener superposiciones, pero hoy pasa todo lo contrario. Obviamente queremos que se verifiquen los requerimientos, pero tomando estas consideraciones y que el precio compense los esfuerzos. Debe haber responsabilidad compartida por parte de supermercados y compradores para asumir su rol dentro de la sostenibilidad de la fruta.
(ers)
Autor: Victoria Dannemann
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