Arabia, quien forma parte del grupo político de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ya había respaldado los ataques de Milei a los festivales musicales que suelen realizarse en todo el país, y que eran gratuitos para el público porque contaban con financiamiento estatal.
«El problema es entender que los recitales o Aerolíneas Argentinas se financian con el IVA de la leche o de los fideos.
Es una transferencia inmoral e inaceptable en un país con el 50 % de los argentinos pobre», dijo al enfatizar la necesidad de ahorrar en estos momentos de ajuste y repetir el lema mileísta: «no hay plata».
El miércoles por la tarde, comenzaron a difundirse fotos en las que Arabia solo etiquetó a sus «mejores amigos» para evitar su difusión de manera abierta.
Luego las borró, pero ya era demasiado tarde porque se habían filtrado.
La controversia fue inmediata, ya que en esas imágenes Arabia presumía sus lujosas vacaciones en el carnaval de Venecia, mientras en el país sudamericano se incrementan de manera drástica los niveles de pobreza.
«¿Acaso me voy a beber todo el vino del VIP? La respuesta no los sorprenderá», escribió como parte de las historias en las que se muestra con un antifaz dorado, que ya se convirtió en un nuevo símbolo de la frivolidad de la clase política.
Condena
«Ustedes son muy jóvenes pero hace tres días Arabia se indignaba en televisión por los espectáculos en festivales populares que se financiaban con el IVA de la leche de los pobres», escribió un usuario.
«Damián Arabia te dice que te ajustes y cenes pasto, pagá como puedas el pasaje de bondi (autobús), vendé un órgano.
Sé un héroe. Mientras tanto él toma champagne en Venecia», agregó otra.
Uno más ironizó al advertir que, mientras el Gobierno incrementa el precio del transporte público y la gasolina, al diputado parece que no le aumentaron los pasajes de avión para irse a los carnavales de Venecia.
«No hay para los jubilados ni para los docentes, solo hay plata para la casta. Mientras la gente paga el ajuste. Se te ríen en la cara», señaló.
La polémica también revivió el caso del dirigente peronista Martín Insaurralde, a quien la difusión de sus lujosas vacaciones en Marbella, el año pasado y en plena campaña electoral, le valieron el fin de su carrera política.
Doble vara
El reclamo generalizado es que, como Arabia no es peronista, no habrá el mismo nivel de indignación en su contra por parte de los medios, periodistas y políticos oficialistas.
«¿Cuál es el problema que el diputado Damián Arabia se vaya de joda en plena crisis al carnaval de Venecia si él no es peronista? No entiendo las quejas», dijo con sarcasmo un usuario de redes sociales, mientras desde el oficialismo, que tanto había condenado a Insaurralde, ahora se defendía al legislador viajero.
Por ejemplo, Cristian Ritondo, jefe de los diputados del partido de derecha Propuesta Republicana (PRO), avaló la actitud de Arabia porque es miembro de su bancada. «Cada uno en su tiempo libre hace lo que quiere», justificó con indulgencia.
Arabia, por su parte, en lugar de disculparse, contraatacó con un mensaje en el que también intentó victimizarse.
«Lo que yo haga con mi vida privada, con mi orientación sexual y mi tiempo libre, no debiera ser tema de conversación pública.
Que intenten atacarme con eso para no discutir mis ideas, demuestra que les estoy tocando los kioskos y tienen miedo. Así que, ¿saben qué? No voy a parar», aseveró.