Agenesia vaginal: ¿de qué se trata?
La agenesia vaginal es una condición difícil que muchas veces va acompañada de otros problemas de salud. Si bien existen tratamientos que son eficaces en muchos casos, el apoyo psicológico es necesario
La agenesia vaginal es la ausencia total o parcial de la vagina en una mujer. Se trata de un trastorno congénito del sistema reproductor. En virtud de este no se desarrollan los conductos de Müller que son los que permiten la formación del aparato reproductivo femenino.
La agenesia vaginal también se conoce con otros nombres como síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser, aplasia mülleriana o agenesia mülleriana. La palabra agenesia hace referencia a la ausencia de un órgano. Se presenta en 1 de cada 5 000 nacimientos.
No es raro que las mujeres con agenesia vaginal también tengan otras malformaciones en el aparato reproductor, como ausencia de útero o un útero de tamaño mínimo. El 30 % de las afectadas tiene también problemas renales y un 12 % presenta anomalías en el esqueleto.
Causas de la agenesia vaginal
La ciencia no ha logrado precisar la causa de la agenesia vaginal. Se sabe que es un efecto del desarrollo anómalo de los conductos de Müller que tiene lugar en algún momento dentro de las primeras 20 semanas de la gestación.
En condiciones normales, uno de los conductos de Müller se transforma en el útero y la vagina, mientras que el otro se convierte en las trompas de Falopio. En la agenesia vaginal esto no ocurre y el resultado es la ausencia total o parcial de vagina.
Algunos científicos piensan que este trastorno podría tener una base genética. Sin embargo, la anomalía solo se presenta en parientes de primer grado en el 1 al 5 % de los casos. Por lo tanto, podría haber alguna influencia de la genética, pero de seguro también hay otros factores que originan la anomalía.
Síntomas
Las mujeres con agenesia vaginal presentan amenorrea primaria; es decir, ausencia de menstruación. Sin embargo, en la mayoría de los casos sí tienen ovarios funcionales por lo que presentan producción normal de hormonas.
Lo anterior hace que al llegar a la pubertad desarrollen los caracteres sexuales secundarios, como presencia de los senos, etc., y también ovulen con normalidad. Los genitales externos tienen una apariencia normal.
Complicaciones
Como ya se anotó, es relativamente habitual que también haya anomalías en el útero, los riñones y el esqueleto. Otras alteraciones menos frecuentes son los problemas cardiacos, la sordera y las hernias inguinales y femorales. Entre el 2 y el 7 % de las afectadas presentan un útero rudimentario u obstruido.
La agenesia vaginal también puede generar dificultades o molestias para tener relaciones sexuales; incluso, a veces, esto resulta imposible. Una mujer que también presente anomalías en el útero no puede quedar embarazada de forma natural.
¿Cómo se diagnóstica la agenesia vaginal?
Lo más habitual es que la agenesia vaginal se diagnostique antes de los 20 años y que el motivo de consulta inicial sea la ausencia de menstruación. También es posible que el diagnóstico se haga al nacer, cuando no hay abertura vaginal o anal. Así mismo, a veces hay problemas renales y en la exploración se descubre la agenesia.
Lo común es que para precisar el diagnóstico se lleven a cabo algunas pruebas como las siguientes:
- Análisis de sangre. Permiten evaluar los cromosomas y medir los niveles de hormonas. Esto ayuda a descartar otras posibles afecciones.
- Ecografía. Esta prueba de imagen permite confirmar si hay útero y ovarios, así como determinar la ubicación de los riñones.
- Resonancia Magnética. Se lleva a cabo para establecer de una manera muy precisa cómo es la configuración del aparato reproductor y de los riñones.
¿Qué tratamientos hay disponibles?
Lo más común es que el tratamiento para la agenesia vaginal se lleve a cabo al término de la adolescencia, hacia los 20 años. En principio, se acude a métodos para crear una vagina de forma natural, si las características anatómicas lo permiten.
Los métodos más usados son los siguientes:
- Autodilatación. Consiste en hacer presión con una pequeña varilla redonda, o dilatador, dentro de la vagina. Se hace durante un lapso de 30 minutos a 2 horas por día. A medida que se avance, aumenta el tamaño del dilatador.
- Dilatación mediante acto sexual. Los actos sexuales frecuentes pueden ayudar en algunos casos. Se necesita lubricación artificial y puede ser muy incómodo al comienzo. No hay suficientes estudios al respecto.
Si estos métodos no funcionan, la alternativa es acudir a una cirugía llamada vaginoplastia. La técnica quirúrgica a la que se acude en estos casos puede ser una de las siguientes:
Procedimiento de McIndoe o uso de injertos de piel
En el procedimiento de McIndoe o uso de injertos de piel, se emplea la piel de las nalgas para crear una vagina. Se injerta la piel junto con un molde que se deja por una semana. Después, se emplea un dilatador vaginal.
Procedimiento de Vecchietti o inserción de un dispositivo
Se pone un dispositivo en forma de aceituna en el orificio de la vagina y este se conecta a otro dispositivo de tracción en la parte inferior del abdomen. Todos los días se debe generar tensión por una semana en el dispositivo en forma de aceituna. Luego, se hace dilatación manual hasta crear una vagina.
Vaginoplastia intestinal
En este caso, se deriva una parte del colon hacia un orificio en la zona genital. Esto crea una nueva vagina. Después se conecta de nuevo el colon restante. No es necesaria la dilatación vaginal.
El apoyo psicológico es importante al padecer agenesia vaginal
La agenesia vaginal es una condición que causa un impacto psicológico importante. Por lo tanto, lo más recomendable es integrar un psicólogo dentro del equipo médico. Su papel es el de brindar información y apoyo para sobrellevar la situación.
Las mujeres con esta anomalía pueden quedar embarazadas tras un tratamiento exitoso. En caso de que no lo logren de forma natural, de todos modos, pueden acudir a métodos de reproducción asistida como la fecundación in vitro.
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