Remedios naturales que te ayudarán a aliviar el SIBO
El tratamiento convencional utilizado para controlar los síntomas del SIBO suele incluir fármacos antibióticos; sin embargo, hay quienes apuestan por abordarlo con remedios naturales, ya que no son invasivos, suelen tolerarse bien y, de hecho, algunos están respaldados por la evidencia.
El SIBO (small intestinal bacterial overgrowth) es el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado que puede dificultar la absorción de nutrientes, además de provocar problemas digestivos, hinchazón y fatiga. Ocurre cuando las bacterias que normalmente están en el colon se multiplican sin control en el intestino delgado.
Está asociado a múltiples factores, como falta de enzimas, disminución en la producción de ácidos gástricos, estrés, insuficiencia biliar y algunas intolerancias alimentarias. Y aunque el tratamiento depende en gran medida de su detonante, hay algunos remedios que equilibran la microbiota y ayudan.
¿Qué es el SIBO y cómo se manifiesta?
El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO) es una afección que tiene lugar cuando bacterias que proceden del colon crecen de manera anormal en el intestino delgado. A su vez, esto provoca una fermentación de carbohidratos en los intestinos, que se manifiesta con hinchazón, gases, dolor abdominal, mucosidad en las heces, reflujo, vómitos y episodios de diarrea.
La acumulación de bacterias también impide que el cuerpo absorba con normalidad los nutrientes; en particular, es difícil digerir y absorber las grasas y los carbohidratos. Sin una intervención oportuna, esto da lugar a complicaciones de salud, como déficits nutricionales, pérdida de peso, fatiga y depresión.
A menudo, a las personas con SIBO se les dice que tienen síndrome del intestino irritable (SII). No obstante, no son lo mismo. Se estima que un 87 % de los pacientes con SII también tienen SIBO.
Los 7 tratamientos naturales que ayudan a controlar el SIBO
El metronidazol, la rifamixina y la neomicina son los antibióticos que se suelen recetar en caso de SIBO. No obstante, dado que el consumo prolongado de estos fármacos es riesgoso y está desaconsejado, es común que se sugieran otras estrategias para controlarlo de forma natural. Veamos 7 remedios.
1. Adoptar una dieta baja en FODMAPs
La adopción de una dieta baja en FODMAPs (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables), también llamada «dieta baja en carbohidratos fermentables», es uno de los remedios naturales más efectivos para promover el alivio del SIBO.
Por citar algunos ejemplos, los alimentos dentro de esta categoría abarcan las siguientes opciones:
- Oligosacáridos: trigo, frijoles, ajo y cebollas.
- Disacáridos: productos lácteos como el helado y la leche.
- Monosacáridos: alimentos con exceso de fructosa, como manzanas, mangos y miel.
- Polioles fermentables: alcoholes de azúcar, que se encuentran en algunos productos endulzados artificialmente, como la goma de mascar. También presentes de forma natural en los aguacates y los champiñones.
Según explica la Escuela de Medicina Johns Hopkins, la eliminación temporal de estos alimentos ayuda a disminuir la carga bacteriana y a mejorar los síntomas. En un principio, se reducen de manera estricta todos los que conforman este grupo; luego, se reintroducen poco a poco para determinar cuáles son los problemáticos.
Hay que considerar que es una dieta bastante restrictiva, por lo que no es aconsejable para todos. Lo idóneo es asesorarse con el nutricionista para que pueda diseñarla acorde a las necesidades individuales.
2. Seguir un programa de ayuno intermitente
Otro de los tratamientos naturales que ha mostrado efectos positivos para el alivio del SIBO es el ayuno intermitente. Estos programas permiten que el sistema digestivo «descanse» y se reinicie. De este modo, la motilidad intestinal mejora y, con ello, la eliminación de desechos y de bacterias.
Asimismo, las evidencias sugieren que los periodos de ayuno ayudan a incrementar la presencia de bacterias buenas en el intestino, como los lactobacilos y las bifidobacterias. Al promover el equilibrio de la microbiota, contribuye a una mejor salud intestinal en general.
Hay varios métodos para hacer ayuno (alternando días, de 8 a 16 horas, con déficits estrictos de calorías). Independientemente de cuál se elija, conviene asesorarse con el médico. Como en el caso anterior, estos no son aptos para todas las personas.
3. Tomar suplementos herbales
Las propiedades antimicrobianas de algunas hierbas pueden ayudar a controlar el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado. De acuerdo con una publicación en la revista Medicine, opciones como el ajo, el comino negro, el clavo, la canela, el tomillo, las especias, las hojas de laurel, la mostaza y el romero han exhibido beneficios potenciales contra esta condición.
En el mercado, estos se distribuyen en forma de tés, cápsulas, polvos, entre otras presentaciones. Se recomienda tener precaución al utilizarlos, pues no están exentos de efectos secundarios, contraindicaciones y posibles interacciones con medicamentos
4. Ingerir suplementos de aceites esenciales
Asociados al punto anterior, hacemos hincapié en algunos aceites esenciales antimicrobianos. El aceite de menta, el de orégano y el de semillas de pomelo contribuyen a detener el crecimiento de varios microorganismos asociados al SIBO, como Escherichia coli y Enterococcus faecalis.
Si bien su potencial como tratamiento para esta enfermedad sigue siendo materia de estudio, por ahora los hallazgos son prometedores. La dosis típica suele ser de una a tres cápsulas de aceite esencial con cubierta entérica. Se toma entre comidas con un vaso de agua.
5. Consumir probióticos
La suplementación con probióticos se ha convertido en uno de los principales remedios naturales contra el SIBO. Estos cultivos de microorganismos vivos beneficiosos ayudan a restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal, lo que favorece el alivio de la inflamación, los gases, el dolor abdominal y demás síntomas.
Para ser más precisos, cepas como los lactobacilos y las bifidobacterias han mostrado potencial para frenar el sobrecrecimiento bacteriano y calmar los síntomas intestinales. Están disponibles en forma de suplementos; para elegir los más adecuados, y establecer su dosis, hay que consultar al médico.
Por ahora, hacen falta estudios más amplios y concluyentes para evaluar la efectividad de estos suplementos. Sin embargo, la evidencia anecdótica sugiere que pueden ayudar.
6. Tomar enzimas digestivas
Cuando el cuerpo no produce suficientes enzimas digestivas o no las libera de forma adecuada, hay dificultades para descomponer algunos alimentos y absorber los nutrientes. Una de sus consecuencias es el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO).
De ser así, uno de los remedios que se pueden considerar son los suplementos de enzimas digestivas. Estos suelen aportar beneficios en el contexto de problemas digestivos. Abarca opciones como la bromelaína o la papaína (enzimas presentes en la piña y la papaya), la tripsina o la quimotripsina.
Como lo explica el Dr. Brent Bauer, director del Programa de Medicina Complementaria e Integradora de Mayo Clinic, estos suplementos parecen reducir la hinchazón, los gases y la distensión. Además, también tienen efectos antiinflamatorios.
Sin embargo, las evidencias sobre sus beneficios y efectividad aún son limitadas. Por ello, lo idóneo es consumirlos bajo supervisión médica. El periodo inicial de prueba debería ser solo de 2 o 3 semanas para evaluar sus efectos.
7. Ingerir aceite de coco
El aceite de coco ha ganado popularidad entre los remedios naturales contra el SIBO. Su abundante contenido de ácido láurico le confiere efectos antimicrobianos que ayudan a detener el sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado.
Además, sus triglicéridos de cadena media se absorben sin necesidad de enzimas digestivas, lo que resulta positivo frente a este problema. Por ahora, las evidencias son limitadas; sin embargo, se ha observado que también actúa como antiinflamatorio y estimulante de las enzimas digestivas
Antes de probar este remedio hay que tener en cuenta que no todos lo toleran igual. Por eso, hay que iniciar con dosis pequeñas y observar la respuesta del cuerpo. No se debe tomar de forma simultánea con anticoagulantes; además, hay que recordar que es alto en calorías y grasas, por lo que su ingesta ha de ser moderada.
Inicia tomando una cucharadita de aceite de coco al día (5 gramos). Luego, según lo toleres, aumenta la dosis hasta una cucharada.
Los remedios naturales complementan el tratamiento del SIBO
Las causas del SIBO pueden variar en cada persona; por eso, su tratamiento suele representar un desafío. Según las particularidades del caso, el médico sugiere la toma de antibióticos para su control. No obstante, como su consumo a largo plazo está desaconsejado, también se apuesta por otros tratamientos naturales.
La dieta baja en carbohidratos fermentables, los probióticos, las enzimas digestivas, los ayunos y algunos suplementos herbales han mostrado potencial a la hora de mejorar los síntomas de esta condición. Aun así, dado que las evidencias son limitadas, hay que tener precaución al implementarlos.
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